Ignacio y Marina se conocieron en el trabajo. Trabajan  en el hospital de A Coruña, él es especialista en Bioquímica y ella en Microbiología, aunque se conocieron cuando ella empezó a trabajar allí y aún era residente. Su historia está llena de casualidades bonitas... Como los dos son asturianos, él fue a presentarse en el laboratorio donde Marina trabaja. Siempre tuvieron una conexión especial, pero en ese momento ambos tenían pareja y la cosa se quedo así durante 4 años. "Un día fui a buscar un líquido cefalorraquídeo de un paciente y me pregunto qué cuando quedábamos para tomar un café, le dije: cuando quieras. Ahí empezó todo, nos dimos cuenta que estábamos solteros de nuevo los dos y que nos íbamos a dar una oportunidad."

En dos semanas decidieron casarse... "sé que suena a locura, y lo es.. pero pensamos que es la mejor decisión que hemos tomado en nuestra vida. Conectamos de inmediato y decidimos dejarlo todo atrás y apostar por una vida diferente juntos". 

Marina me cuenta que al principio fue duro por su familia y amigos, decir  que te casas, después de llevar una relación de 10 años con otra persona, no es fácil y menos cuando aún ni le conocían. " La gente nos decía que había que parar esa boda". Decidieron casarse en Navidad y ella en Febrero se iba a Alemania tres meses a trabajar, así que la familia se conoció en Ribadeo, punto intermedio entre Coruña y Avilés, donde viven los padres de Marina. Nacho organizó casi todo el tema de la boda mientras ella estaba fuera.

"Una noche antes de irme a  Alemania, me puso el anillo encima de la almohada. Es una anillo de Zafiro y brillantes maravilloso de Suarez"

Cuando volvió de Alemania empezó con el vestido. "Me encanta el mundo de la moda y sabía que no quería un vestido blanco. Quería algo diferente y con mucha fuerza, así que empecé a darle vueltas a la cabeza hasta conseguir la idea que fue al final. Sabía que era un riesgo, pero quería protagonizar ese vestido, y no dejarlo en manos de otro diseñador. En mi casa siempre ha estado presente la moda, ya que mi abuela era modista y me encanta ese proceso de elaborar un vestido, quería participar plenamente en ese proceso. Tenía claro que mi vestido iba a ser palabra de honor, porque es un escote que me encanta y el corte sirena creo que me favorece así que empecé por ahí. Luego me acordé que tenía un encaje maravilloso que había comprado en París y que guardaba para hacer un vestido especial, que ocasión más especial que ésta. Luego pensé en añadirle un escote en plumas, ya que de pequeña hice ballet y siempre me ha encantado ese punto en la estética. Finalmente añadimos una falda en blanco roto y con mucho volumen". 

El novio llevaba un traje de Armani, una corbata de Moschino y  los zapatos también de Armani. 

El reloj que llevaba era de oro de su padre fallecido hace 3 años. "El día de la boda Nacho estaba bastante nervioso, no sólo por él sino también por la madre porque era un momento emocionante para ella y al estar sólo se hace más difícil."